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Soy diabético, ¿qué riesgos tengo?

Actualizado: 20 jul 2021


La diabetes se caracteriza por generar un alto nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, resultado de defectos en la capacidad del cuerpo para producir o usar insulina, que es una hormona que el cuerpo necesita para transformar la comida en energía, y que se produce en el páncreas.



Cuando comes algo, el sistema digestivo descompone la comida para que pueda moverse entre la sangre y llegar así a las células. Los carbohidratos o almidones se descomponen en glucosa, un tipo de azúcar. Las células usan la glucosa como combustible. La insulina transporta la glucosa fuera de la sangre y dentro de las células para que el cuerpo produzca la suficiente energía para todo el día.


Tipos de diabetes


Diabetes tipo 1

Generalmente se les diagnostica diabetes tipo 1 a niños y adultos jóvenes. Anteriormente se conocía como diabetes juvenil. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. Se estima que solo un pequeño porcentaje de las personas padece diabetes de este tipo y con la ayuda de la terapia con insulina y otros tratamientos, incluso los niños, pueden aprender a controlar su enfermedad y tener una vida larga y sana.



Con la diabetes tipo 1, es muy importante usar la dosis de insulina que corresponde según los alimentos que come y la actividad física que realiza, incluso si se trata de quehaceres domésticos o jardinería. Para evitar que la glucosa suba o baje demasiado, es importante planificar con tiempo y saber cómo le suele responder la glucosa en la sangre al ejercicio. En ocasiones, a las personas les baja la glucosa en la sangre durante o después del ejercicio; por eso, para controlar el nivel de glucosa, es muy importante tomar las debidas precauciones y estar listo para el tratamiento de la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa). Para aprender como lo afectan los distintos tipos de actividad, debe medirse con frecuencia el nivel de glucosa en la sangre, antes, durante y después de una sesión de ejercicio.


Si el nivel de glucosa en la sangre de una persona es de menos de 100 mg/dl antes de iniciar la actividad física, se recomienda comer un bocadillo con carbohidratos (aproximadamente 15 gramos) para que suba la glucosa y reducir el riesgo de hipoglucemia. Esto es especialmente importante si anticipa que el nivel de insulina que le circula en el cuerpo será más alto mientras hace ejercicio y si este durará más de 30 minutos. Si usa una bomba de insulina, quizá pueda evitar consumir un bocadillo adicional al reducir su insulina basal durante la actividad.


Diabetes tipo 2

Con la diabetes tipo 2 el cuerpo no produce suficiente insulina o las células no hacen uso de la insulina; cuando la glucosa se acumula en la sangre en vez de ingresar a las células como normalmente lo haría, puede producir complicaciones de diabetes.



Cuando la glucosa se acumula en la sangre en vez de ingresar a las células, lo cual puede producir dos problemas: 1) inmediatamente, sus células pueden quedarse sin energía, y 2) con el tiempo, los altos niveles de glucosa pueden causarle daño en los ojos, riñones, nervios y corazón.


Algunas personas con diabetes tipo 2 pueden controlar su glucosa en la sangre por medio de la buena alimentación y teniendo una vida activa. Pero, su médico tal vez tenga que recetarle un medicamento oral o insulina para poder alcanzar su objetivo de nivel de glucosa deseado. Usualmente, la diabetes tipo 2 empeora con el tiempo, aun si usted no necesita medicamentos al principio, pueda que los necesite más adelante.


Algunas de las complicaciones de la diabetes son daños en los pies, por ejemplo una neuropatía o daño a los nervios. Aunque puede causar dolor, estas afectaciones a los nervios debido a la diabetes también pueden disminuir la sensibilidad al dolor, calor o frío. La pérdida de sensación a menudo significa que es posible que no sienta una lesión en los pies. Puede incluso tener una tachuela o piedra en el zapato y caminar todo el día con ella sin darse cuenta. Puede que salga una ampolla y no lo sepa. Quizá no note una lesión en el pie hasta que tenga una infección en la piel.


Otra de las principales afectaciones que causa es a los ojos, las personas con diabetes son 40% más propensas a tener glaucoma que las personas sin diabetes. Cuanto más tiempo la persona haya tenido diabetes, más común es el glaucoma, cuyo riesgo también aumenta con la edad. El glaucoma ocurre cuando aumenta la presión en el ojo, en la mayoría de los casos, la presión causa que el humor acuoso drene más lentamente, de manera que se acumula en la cámara anterior. La presión aplasta los vasos sanguíneos que llevan sangre a la retina y el nervio óptico, eso ocasiona que se pierda la visión gradualmente porque se dañan la retina y el nervio.


Diabetes gestacional

También se puede padecer diabetes gestacional, se dice que la tienen las embarazadas que nunca han tenido diabetes, pero que tienen un nivel alto de glucosa en la sangre durante el embarazo. Este tipo de diabetes se inicia cuando el cuerpo no puede producir ni utilizar toda la insulina que necesita para el embarazo. Sin suficiente insulina, la glucosa no puede salir de la sangre y convertirse en energía. El nivel de glucosa sube porque se acumula en la sangre. Esto se llama hiperglucemia.


La diabetes gestacional afecta a la madre a finales del embarazo, después de que se ha formado el cuerpo del bebé y mientras todavía está creciendo. Debido a esto, la diabetes gestacional no causa el tipo de defectos de nacimiento que a veces se presentan en bebés cuyas madres tenían diabetes antes del embarazo.



Sin embargo, si no se trata o está mal controlada puede hacerle daño al bebé. Cuando una embarazada tiene diabetes gestacional, el páncreas funciona horas adicionales para producir insulina, pero la insulina no baja el nivel de glucosa de la sangre. Aunque la insulina no cruza la placenta, la glucosa y otros nutrientes sí lo hacen. La glucosa adicional en la sangre atraviesa la placenta, lo que hace que el bebé tenga un alto nivel de glucosa. Esto hace que el páncreas del bebé produzca mas insulina para eliminar la glucosa en la sangre. Ya que el bebé está recibiendo más energía de la que necesita para crecer y desarrollarse, esa energía adicional se almacena como grasa. Esto puede producir macrosomía o un bebé ‘gordo’.


Los bebés con macrosomía enfrentan problemas propios de salud. Debido a la insulina adicional producida por el páncreas del bebé, los recién nacidos pueden tener un nivel de glucosa muy bajo al nacer y también corren mayor riesgo de tener problemas respiratorios. Los bebés con exceso de insulina corren mayor riesgo de ser obesos durante su niñez y tener diabetes de tipo 2 de adultos.



Referencias

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