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Accidentes cerebrovasculares, cuarta causa de muerte en México

Actualizado: 3 ago 2021


El accidente cerebrovascular (ACV) es una lesión cerebral que puede afectar gravemente al cuerpo. Se produce cuando se interrumpe el riego sanguíneo a una parte del cerebro o cuando se produce un derrame de sangre en el cerebro o alrededor de él. En el mundo, cada año mueren seis millones de personas por accidentes cerebrovasculares, mientras que en México este padecimiento se ubica como la cuarta causa de muerte que cada año cobra la vida de más de 100 mil personas.


El flujo de sangre al cerebro puede interrumpirse de dos maneras, cuando un coágulo sanguíneo obstruye una arteria del cerebro o del cuello, y cuando se rompe una arteria debilitada del cerebro. Dado que las células cerebrales controlan el movimiento, parte del cuerpo puede quedar paralizado tras un accidente cerebrovascular. Si éste afecta al lado derecho del cerebro, el lado izquierdo del cuerpo puede quedar paralizado, si en cambio afecta al lado izquierdo del cerebro, el lado derecho del cuerpo puede quedar paralizado.


Los efectos de un accidente cerebrovascular pueden ser leves o graves, transitorios o permanentes. Algunos pacientes se restablecen completamente en cuestión de días, mientras que otros nunca se restablecen. La gravedad de un accidente cerebrovascular depende de la región del cerebro que haya sido afectada, la extensión del daño en las células cerebrales, la rapidez con la que el organismo logra restablecer el flujo sanguíneo a las partes lesionadas del cerebro y la rapidez con la que las zonas intactas del cerebro logran compensar, suplir o asumir las funciones que antes eran realizadas por la zona lesionada.


Tipos de accidentes cerebrovasculares


Los episodios ocasionados por una obstrucción pueden ser de dos tipos: trombótico, que es el tipo más común, y se produce cuando un coágulo sanguíneo, también trombo, obstruye el flujo de sangre a ciertas partes del cerebro. Estos accidentes generalmente se producen durante la noche o en las primeras horas de la mañana. Un ataque isquémico transitorio (AIT) o miniaccidente cerebrovascular generalmente precede a un accidente cerebrovascular trombótico; y embólico, que es causado por un coágulo sanguíneo que se origina en otro lugar del organismo, generalmente el corazón, y viaja por la sangre hasta el cerebro. Este coágulo obstruye una arteria que conduce al cerebro o que se encuentra dentro de él. Se produce un accidente cerebrovascular embólico cuando se desprende un fragmento de un coágulo el cual es transportado por la corriente sanguínea hasta el cerebro, donde las arterias se ramifican en vasos más pequeños. El émbolo llega a un punto donde no puede seguir avanzando y queda atascado, obstruyendo alguna de las pequeñas arterias cerebrales e interrumpiendo el flujo de sangre.


En cuanto a los accidentes ocasionados por un derrame, también pueden ser de dos tipos: hemorragia cerebral o intracerebral, que es causada por un aneurisma cerebral, es decir, la dilatación anormal de una zona débil de un vaso sanguíneo dentro del cerebro. Cuando el aneurisma se rompe, se produce un derrame de sangre. La gravedad de la hemorragia depende de la cantidad de sangre derramada y de la zona del cerebro donde ésta se produce; y hemorragia subaracnoidea, que se produce cuando cuando se rompe un vaso sanguíneo en la superficie del cerebro, lo que derrama sangre en el espacio comprendido entre el cerebro y el cráneo (el espacio subaracnoideo). Con este tipo de hemorragia, la sangre no se introduce en el cerebro.


En ambos tipos de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, el vaso sanguíneo roto puede haberse debilitado debido a una lesión en la cabeza o una malformación congénita, aunque también pueden ser ocasionados por la hipertensión arterial no controlada, que también es muy común.



Síntomas


Dado que el tratamiento precoz del accidente cerebrovascular ayuda en caso de una pérdida de la capacidad funcional y de la sensibilidad, es importante conocer los primeros síntomas de un accidente cerebrovascular. Incluso si el síntoma desaparece rápidamente es importante acudir de urgencia al médico de inmediato.


Entre los principales síntomas se encuentran:

  • Debilidad repentina o parálisis en un lado del cuerpo (por ejemplo, la mitad de la cara, un brazo o una pierna, o la totalidad de un lado).

  • Pérdida repentina de la sensibilidad o sensaciones anómalas en un lado del cuerpo.

  • Dificultad repentina para hablar, incluyendo dificultad para encontrar las palabras, y a veces lenguaje poco claro: confusión repentina, con dificultad para comprender el lenguaje hablado;

  • Oscurecimiento súbito de la visión, vista borrosa o pérdida de la visión, particularmente en un solo ojo.

  • Mareo súbito o pérdida de equilibrio y coordinación, seguido de una caída.

Uno o más de estos síntomas están típicamente presentes tanto en los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos como en los isquémicos. Los síntomas de un accidente isquémico transitorio son semejantes, pero por lo general desaparecen en pocos minutos y rara vez duran más de 1 hora.




Prevención

Aunque no hay un método para prevenirlos al 100%, hay cambios de hábitos que podemos hacer para ello, entre los principales están mantener bajo control las enfermedades crónico-degenerativas como la hipertensión y diabetes, en caso de tenerlas, llevar una alimentación sana para mantener controlados los niveles de colesterol, realizar ejercicio o actividad física al menos 30 minutos diarios, evitar el consumo de drogas, tabaco, y alcohol en exceso, así como realizar chequeos periódicos de nuestra salud cardiovascular, a din de detectar a tiempo posibles emfermedades.


Referencias

Conamed & OPS. (2016). Boletín Conamed & OPS, Septiembre-Octubre 2016. http://www.conamed.gob.mx/gobmx/boletin/pdf/boletin14/mortalidad.pdf


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